domingo, 19 de septiembre de 2010

With your feet on the air and your head on the ground.


Mi terraza. Mi última tarde y estoy en casa. Se mezclan capuccino, black devil de cereza y los últimos rayos de un Sol tan brillante que ciega. Quizás estoy deseando empezar bachiller, decirme mil veces al día 'tienes que estudiar, y dejar de ver pelis y leer'. Quizás estoy deseando oler a libros de texto, escuchar a maestros que rara vez tienen algo interesante que decir al mundo y levantarme a las 7.30 los días de semana. Pero a quién pretendo engañar. Quiero seguir pasando las horas muertas mirando las extrañas formas de las nubes y ver al Sol caer. Quiero que nunca deje de sonar en mi cabeza where is my mind? Quiero escuchar las risas de mis amigos a las tantas de la noche con unos ojos incapaces de abrirse por completo. Quiero seguir sintiendome libre, como sólo en verano puedo sentirme (más o menos). Quiero quedarme despierta hasta las 4 de la mañana leyendo a Benedetti. Quiero seguir viviendo sin saber a que día estamos y sin que importen las horas. Pero he de decir, que me apetece ver una buena película mientras afuera llueve y truena, resguardarme bajo una manta con un chocolate caliente y que me abracen muy muy fuerte.

1 comentario:

  1. el otoño también trae cosas bonitas, como has dicho, tendremos que aprender a disfrutar de ellas entre tanta rutina... aunque sin duda yo también me quedaría parada en verano mucho mucho tiempo más.
    :*!

    ResponderEliminar

REVOLUCIONES