sábado, 16 de octubre de 2010
Y estás tan intoxicada, ya no ves nada, sólo bailas.
Sabes que lo intento. Que quiero darle un giro de 360º a esto que llamo mi vida. Los recuerdos me pisan los talones. Y el humo sigue intacto bajo el cajón durante toda la semana, y cuando sale..ya sabes, el sol empieza a bailar. Los últimos rayos de la tarde se filtran por el cristal de la ventana rota, las paredes del edificio crujen y empieza a escucharse la tormenta. Las ganas de huir, de escapar de ti y de aquí. Las personas que me rodean al igual que yo quieren evadirse de la realidad. Sus miradas perdidas, sus manos temblorosas y sus sonrisas forzadas. Más humo.
Al llegar a mi portal, el viejo de la esquina sigue tarareando la misma canción. Y todo sigue igual donde lo dejamos.
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Todo sigue igual donde lo dejamos, y como lo dejamos. La realidad sigue en un punto muerto del que no quiero evadirme, y ojalá no avanze nunca.
ResponderEliminarOjalá la vida siga parada en tu imagen, justo antes de marchar.
Y digo vida por no decir recuerdo, porque como dicen por ahí, los artistas viven en el futuro o en el pasado, jamás en el presente. El recuerdo y la memoria son su única vida, y la verdad, como hoy estoy más sincera que de costumbre, te diré que, en fin, tú eres mi mayor recuerdo.