martes, 20 de marzo de 2012

Frases unidas por puntos que me ayudan a animarme el melancólico primer día de primavera.


Hay tantas y tantas cosas que se me escapan de las manos. En cambio, otras ocurren, o no, porque que yo decido. Porque decides, decidimos. Fui yo quién decidió salir corriendo tras de ti, persiguiéndote por aquella playa; yo o mis pies. Ahora me es difícil distinguir entre decisión e inercia. No sé si fue inercia rodearte el cuello con mis brazos, enredar mis dedos en tus talones para que tropezaras, ni tampoco esta capacidad para abrir ventanas. Quiero decir que: ¿acaso puedo cerrarlas, impedir que entre la vida?. Puedo hacerlo, pero me veo incapaz. Prefiero que la vida me martillee la cabeza, que el viento me meza a voluntad, que la lluvia sane. 


Quiero subir los peldaños de la escalera, subirlos completamente decidida. Para después abrir una puerta o una ventana cualquiera y sorprenderme del paisaje. Sorprenderme de mi propia estupidez y del destino. Decido vivir, decido amar la melacolía a corto plazo y el jamás enlatado sin fecha de caducidad. 


Si nuestras vidas se rigen por las decisiones que tomamos, quiero equivocarme un millón de veces si es preciso. Conocer sonrisas kilométricas que dañan, que duelen, para después acabar viviendo. Decido vivir. Decido equivocarme.

2 comentarios:

  1. Si, tienes razón, al final la vida es aquivocarnos mil veces para aprender, en teoría. Yo también decido vivir.
    Estuve un poco lejos de las letras ultimamente pero vuelvo un poco, de forma temporal porque cuento con algo de tiempo. He leído algunas de las entradas anteriores, me gustan.
    Un abrazo :)

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  2. que crack, escribes super bien y cuanta razón en estas letras.Me gusta, me gusta tu blog..

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